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    5 visitas obligadas en La Pobla del Segur

    Por el 12 agosto, 2015

    Si llegamos hasta La Pobla del Segur, en Lérida, estaremos llegando a la segunda población más importante de Pallars Jussà, muy cerca de los pirineos catalanes. Bañada por los ríos Noguera Pallaresa y Flamisell, ha sido la última estación para muchos de los que se aventuraron a llegar en tren hasta la zona fronteriza con el Valle de Arán y también de la zona de l’Alta Ribagorza.

    Dos templos románicos en La Pobla

    Sin duda, el románico es uno de los movimientos artísticos cuya expresión quedó más que presente en toda la zona pirenáica. De hecho, son muchas las iglesias y ermitas de este tipo que se encuentran en los muchos pueblos y poblaciones de la zona. Pero centrándonos en esta localidad en concreto, las visitas a Sant Cristofol de Pimanyons y a sant Miquel del Pui son obligadas.

    San Cristofol de Pimanyons, construida durante la Edad Media, también tiene un halo templario ya que se dice que podría ser atribuida a la escuela de la orden de los Templarios que se asentara en Sensui hacia el siglo X.

    La ermita románica de St. Miquel del Pui, datada en el siglo XII siguió planos en los que una nave era la principal. En las posteriores restauraciones, se quisieron seguir los esquemas de este tipo de arte para que no desentonara.

    El modernismo pirenáico

    El modernismo también llegó hasta el Pallars Jussà y buena cuenta de ello la da el Palacete Mauri, de principios del siglo XX. Pese a que no encontrarás las ondulaciones típicas del modernismo más conocido de Barcelona, lo cierto es que los materiales y la decoración si siguió sus reglas a través de mosaicos y vitrales que hablan de los artesanos más tradicionales de esta zona.

    A su lado, el Molí de l’Oli, pese a parecer hasta una iglesia románica, nos habla de los molinos de principios de siglo con la belleza escultórica típica de este movimiento.

    El casco antiguo de La Pobla del Segur

    Si hay algo que destaca de esta población es su casco antiguo, que nos muestra con claridad la estructura de una villa medieval donde casi todas las calles acababan desembocando en dos portales, en este caso el Portal de Arteu y el Portal de Parrau.

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    Su calle Mayor te mostrará las villas medievales más destacadas, con casas señoriales donde los emblemas aún siguen vivos para dejar el legado de las familias que allí vivieron. Cierra los ojos, imagina los cascos de caballos, caballeros y artesanos con sus labores, y sin duda, La Pobla será la imagen que tendrás en mente.

    Definitivamente, si estás en esta zona, no puedes dejar de plantear una excursión a otros lugares que te hablarán de su arte, con su mayor exponente en St. Climent de Taüll. Buena cuenta de ello la da el Pantócrator del que hoy se puede disfrutar a través del increíble mapping que se puede disfrutar en su interior.