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    Escocia en coche ¡un sueño hecho realidad!

    Por el 1 febrero, 2016

    Lo reconocemos. Escocia es uno de nuestros viajes pendientes. Pero lo que hemos tenido siempre claro es que, el día que lo llevemos a cabo, será un fly & drive.

    ¿Nos acompañas a soñar despiertos? Empecemos centrando un poco la idea. Para recorrer todo este verde y maravilloso territorio hay que llevar los deberes hechos.

    No estaría de más dar una vuelta por alguna de las páginas oficiales de turismo de Escocia. En ellas podrás ver cuáles son los mejores planes para poder diseñar, a tu gusto, tu viaje. En realidad, estos sites son ideales para poder leer miles de consejos que, desde kilómetros de distancia, suelen venir bien, aunque sólo sea para una primera toma de contacto con el destino.

    Finalmente, antes de empezar nuestra particular ruta, hay que tener claro que este país es mucho más que sólo Edimburgo o Glasgow, que también merecen una parada, pero mucho de su encanto está, precisamente, en la carretera, descubriendo poblaciones, paisajes y la belleza de un territorio por el que lucharon a muerte. Y nunca mejor dicho.

    Viaje en coche por Escocia

    La idea sería llegar a Edimburgo, la joya de la corona de las ciudades escocesas. Pasar al menos un par de noches allí te permitirá comenzar a enamorarte de una gente que, aunque particular, desde luego no pasarán al olvido según te vayas. Edimburgo, con todos sus monumentos, torres e historia es increíble ya sea de noche o de día. No dejes de hacerte con una guía de la ciudad para no perderte lo imprescindible. Y por imprescindible, más allá de sus pubs, entendemos que una visita al Castillo de Edimburgo, al Palacio Holyroodhouse, la capilla de Rosslyn o pasear por sus galerías de arte y museos pueden ser, cuanto menos, recomendable.

    Desde ahí, lo mejor, alquilar un coche para adentrarte en la verdadera aventura. Tienes la suerte de poder contar con mucha oferta que te permitirá, además, elegir el coche de tus sueños para que esto sea aún más especial.

    Primera parada: St. Andrews, donde descubrirás la idílica estampa de los campos de golf que ha dado la vuelta al mundo. Su situación frente al mar y la belleza de la localidad te permitirán descubrir, de primera mano, uno de sus lugares más tradicionales. Hacer noche aquí y entrar en alguna de las tabernas con música en directo te hará adentrarte en otro mundo.

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    De ahí, de nuevo carretera y manta hasta llegar al mayor Parque NAtural del país: Cairngorms. Para llegar aquí te recomendamos madrugar, porque lo ideal sería que hicieras de nuevo un buen tramo por carretera hasta llegar a cualquiera de las poblaciones que se encuentran cerca de la destilería más antigua de las Tierras Altas. Porque sí, ya estarás aquí. En la tierra de leyendas, clanes, castillos y naturaleza.

    Amanecer y acercarte a descubrir la Destilería Stathisla, en Keith, es un planazo. Te lo aseguramos. Eso sí, si luego vas a seguir con el coche, deja las catas para otro momento.

    No podemos irnos de Escocia sin conocer Inverness. Te recomendaríamos una parada al estilo de Edimburgo, algo más larga para disfrutar a fondo de una ciudad histórica donde quedarás prendado de Escocia. La Catedral, el castillo, la Fortaleza de Craig Phadrig – también podrás pasear por los bosques que la rodean – y, por supuesto, aprovechar para buscar a Nessy en el Lago Ness.

    Aquí la opción está en coger un vuelo que te acerque hasta otro punto estratégico. En nuestro caso, dejaríamos en el aeropuerto el coche para llegar hasta Glasgow, donde volveríamos a alquilar otro que nos permitiera volver a recorrer el sur del país.

    La ciudad más grande de Escocia, pese a no ser su capital, también merece que la uses de punto base para poder descubrir esta parte. La Catedral, el GoMa y un paseo por su casco antiguo son básicos, pero también desde allí podrás dirigir tus pasos hasta el Castillo de Balloch, único, al igual que las apartadas cascadas de Falloch.

    Desde ahí, vuelve a dirigirte hacia Edimburgo, donde finalmente, descubrirás la maravilla de las abadías que se encuentran al sur de la capital.

    Con esto descubrirás una buena parte de Escocia, pero piensa que este recorrido se hace en tiempo record, algo que no es bueno cuando llegas a un país tan increíble como este.