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    Pasajeros vs trabajadores, ¿quién disfruta más en un crucero?

    Por el 22 abril, 2016

    El sueño de muchos, tiene una doble cara. Los que disfrutan en el barco y los que tienen otra función completamente distinta: trabajar en un crucero.

    En realidad, las ventajas de poder formar parte del staff de un crucero son muchas. Pero los que lo eligen como lugar de vacaciones, no se quedan cortos.

    El crucero del pasajero

    Por un lado está la pareja idílica, que ha ahorrado para poder disfrutar del Mediterráneo como nunca, desde el propio mar, subidos a bordo de un barco con todo tipo de servicios y lujos.

    Por otro lado, la familia, que ha decidido que el mejor descanso es disfrutar de un crucero para que no se escapen los niños, pero que a la vez les ofrezca libertad.

    Piscinas, espectáculos, cenas de gala, paradas estratégicas en ciudades, el sentir el mar, talleres o incluso gimnasios.

    ¿Qué más se puede pedir? Además, entretienen a los niños en planes a medida para ellos.

    Cada año son más los que se deciden por apostar por este tipo de turismo, cómodo sobre todo si se viaja con los más pequeños porque el propio trayecto a los destinos seleccionados en la ruta es más ameno que los aeropuertos o que cualquier coche.

    Además, las escalas que suelen hacer permiten a los pasajeros descubrir las mejores ciudades de la ruta, con tiempo para disfrutar y con comodidades como poder contratar un guía local.

    Aún así, queremos hablaros de la otra parte, que no por ello peor, la parte de los trabajadores de un crucero.

    El crucero del trabajador

    Acostumbrados a las inclemencias de los mareos por las olas, también están hechos a los mareos de los que viajan a bordo, que no son pocos.

    Trabajar en cruceros es idílico sin lugar a dudas, porque te permite disponer de todo lo que necesites sin necesidad de desplazarte hasta tu centro de trabajo porque ya estás en él: ¡es el barco!

    No se disfruta tanto como en el caso los pasajeros, pero tampoco es el peor sitio para estar.

    Si tienes un carácter abierto, conocerás mucha, aunque dando servicio. Esto significa que, una vez acabada tu jornada laboral, podrás también contemplar las luces del mar, el ambiente festivo y ¡tener tu camarote, compartido o no, para poder relajarte!

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    Año tras año las solicitudes para trabajar en cruceros crecen, sobre todo en un perfil de persona formada con ganas de recorrer mundo en uno de los transportes más fascinantes de todos.

    No se nos olvida a ninguno la imagen que tenemos de la serie Vacaciones en el Mar, con una tripulación, capitán incluido, que parecían una familia, siempre dispuestos a disfrutar de todo lo que el barco les ofrecía mientras sencillamente facilitaban los buenos recuerdos que se llevarían los pasajeros.

    ¿Te atreverías tú a embarcarte en este tipo de trabajo? ¿Es mejor trabajar en un barco que en un avión?