Los 5 imprescindibles en una escapada express a París

Se acercan fechas más que románticas y, cómo no, una de las escapadas que se pueden tener en mente es a la ciudad del amor.

Aunque sólo vayas a dormir allí una noche, te aseguramos de que volveréis con la sensación de conocer, al menos, lo imprescindible de esta ciudad.

Puede que el que ame París incluya aquí muchas más atracciones turísticas, pero realmente para quien quiere decir que ha visto lo básico de una de las urbes más bonitas del planeta, con 5 paradas tendrá suficiente.

5 visitas para día y medio

Lo primero que queremos recordarte es que hay muchas posibilidades de llegar a la capital francesa. Vuelos (encontrarás algunos bastante baratos, y que no te de miedo que aterricen lejos porque las comunicaciones son sencillas), trenes, autobuses…ya depende del tiempo y economía que quieras invertir en este campo.

Una vez en París, te recomendamos que te alojes en alguno de los hoteles que estén cerca de las atracciones para ganar tiempo en los desplazamientos. Es recomendable conocer la ciudad por sus calles, en la superficie, pero para moverte de un lado a otro te recomendamos el metro, que comunica fácilmente la ciudad a través de sus numerosas líneas y es rápido.

Si nos permites una recomendación, hemos descubierto un hotel muy cerca de la Torre Eiffel que es para recomendar: el Hotel Eiffel Villa Garibaldi. Con precios más que razonables para ser una de las capitales con más turismo del planeta, sus habitaciones, servicio y el trato no puede ser mejor. Además, podrás disfrutar de una cata de vinos y quesos gratuita de 18-20 horas mientras charlas con sus recepcionistas. Otra de sus ventajas es que, si quieres moverte en metro, tienes a una calle la parada Cambrone, de la línea 6.

Si te alojas aquí, a tan sólo 10 minutos estarás en los Campos de Marte, con lo que la visita a la Torre Eiffel es más que fácil para poder disfrutarla tanto de día como de noche. Muy cerca, también tienes plazas llenas de restaurantes y brasseries donde dejarte llevar por el ambiente más francés.

Este es el plan que te recomendaríamos para el día de llegada, pero aún te queda otro día para disfrutar de la ciudad del amor.

Subir a ver el Sagrado Corazón es casi una obligación. Tanto el templo como las vistas de París y ese ambiente de artistas que sólo se puede disfrutar en Montmartre no tiene pérdida. Además, un añadido es poder subir al carrusel que hay a los pies de la basílica.

Baja por las calles hasta llegar al metro y, de ahí, hacia una de las joyas de la corona, Notre Dame de París. Sin duda uno de los lugares más especiales, a orillas del Sena, con su belleza, sus gárgolas y un interior digno del mejor de los sueños. La ventaja es que entrar en esta Catedral es gratuito, con lo que no hay excusa.

A su lado encontraras miles de lugares en los que comer, aunque, por la reciente experiencia de nuestro equipo, te recomendamos que no te separes demasiado y comas viendo la catedral en Cafe Panis, un lugar que destila ese ambiente del bistró y brasserie y que te permitirá probar algunas exquisiteces a un precio razonable.

Paseando llegarás a la Conciergerie, otro de los iconos de orilla del Sena. Cruza el puente y sigue la orilla del Sena cruzando algunos de los puentes más famosos. El Pont Neuf o el de los Artistas te llevarán hasta uno de los museos más bellos y únicos del planeta, el Louvre. Si no quieres entrar por cuestión de tiempo, al menos llega hasta sus pirámides, no te arrepentirás.

Los Jardines de las Tullerías te llevarán de nuevo al metro para llegar hasta el quinto rincón que no queremos que te pierdas, El Arco del Triunfo, que corona los Campos Elíseos, con las tiendas más exclusivas de la ciudad y con cafés donde disfrutar de tus últimas horas en París.