Destacado:

    Directos a la Puerta del Infierno

    Por el 20 febrero, 2015

    ¿Cuántas veces le has dicho a alguien “vete al infierno»? Bueno, no es que sea muy educado, todo sea dicho, pero al menos ya sabemos dónde está su puerta.

    Viajemos primero en el tiempo, años 70, un grupo de geólogos de la que entonces era Unión Soviética, se acercó hasta el Desierto de Karakum para empezar a hacer excavaciones en busca de petróleo en esta zona de la actual Turkmenistán.

    Según se cuenta, al comenzar las prospecciones no fueron conscientes de que bajo el lugar elegido lo que realmente existía una cueva de gas natural. De hecho, hay que partir de la base de esta zona del mundo es actualmente la sexta reserva mundial de este tipo de gas. Con ello, cuando comenzaron las excavaciones, se abrieron en medio del desierto varios cráteres, incluyendo el que se llama la “Puerta del Infierno”.

    Esta puerta no es otra cosa que el Pozo de Darvaza, con sus 69 metros de ancho en un cráter de donde no paraba de salir metano, haciendo que la fauna de la zona muriera contaminada. De ahí que se decidiera prenderlo para frenar ese desarrollo fatídico para esta zona.

    Y ahora, cuarenta años después, la llama aún sigue siendo prendida, algo que nadie esperaba en aquellos maravillosos años 70.

    Imagínate sus dimensiones, en llamas, sin duda, estaremos delante de la mismísima Puerta del Averno.

    Viajar hasta las mismas Puertas del Infierno

    Cada vez hay más gente interesada en llegar hasta el Pozo de Darvaza, algo que ha hecho que el propio país haya buscado promocionar no sólo esto, sino también el resto de atracciones turísticas del territorio.

    Bañado por el Mar Caspio, lo cierto es que este país ha sido hermético durante mucho tiempo, aunque desde hace un par de años pretende abrir algo más sus puertas al turismo internacional como una de las fuentes necesarias también para su economía.

    No nos engañemos, lo cierto es que gran parte del país es desierto, con lo que eso supone. Su capital, Asjabad, sorprende a los visitantes occidentales por su riqueza, lujos y por el oasis que supone en medio de la arena.

    ¿Por qué si hasta ahora se decía que estaba aislada del mundo? Porque en realidad es una de las grandes potencias mundiales a nivel energético, algo que hace que sus reservas económicas den de sí como para permitirse lujos como la creación de una capital que bien puede competir como ciudad emergente a nivel turístico como en su momento lo han sido Abu Dhabi o incluso, el propio Dubai o Singapur.