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    Importancia del equipamiento de la lavandería de un hotel

    Por el 21 febrero, 2023

    Los hoteles están volviendo a colgar sus carteles de todo lleno en las principales festividades y, a día de hoy, prácticamente todos los fines de semana. El turismo ha vuelto y la gente sigue con ganas de poder disfrutar de estancias en las principales ciudades españolas y, por qué no incluirlo también, en un entorno rural privilegiado que se tiene en España.

    Ya sean hoteles grandes o pequeños, acoger a huéspedes de la mejor forma posible es el objetivo de todos los equipos. Y eso, que comienza cuando acceden por la puerta de la recepción y hacen el check in, se define, sobre todo, en las habitaciones.

    Uno de los primeros espacios donde se produce esa magia es uno que, precisamente, es de los que son invisibles para quienes se hospedan en el hotel: la lavandería.

    Es ahí donde se consigue que sábanas, colchas, toallas, albornoces y demás textiles queden siempre impolutos antes de la entrada de un nuevo huésped a la habitación. Y eso lo hacen gracias a un complejo y completo proceso en el que, cada día, son capaces de gestionar lavados, secados y planchados de toneladas de ropa.

    En primer lugar, los equipos de lavandería que se encuentran en los hoteles nada tienen que ver con los domésticos. Procesar tantas sábanas y colchas, por no hablar de toallas, es clave para llegar a tiempo al siguiente check in.

    Cada mañana las gobernantas tienen que tener en su poder un número determinado de textiles para poder organizar las habitaciones que hay que preparar y también para cambiarlos de las que tienen huéspedes y necesitan recambio de los mismos.

    El conseguir que, cada día, se procese esa ingente cantidad de ropa, incluyendo también las del restaurante, es posible gracias a lavadoras de gran tamaño y al trabajo de la secadora profesional, capaz de quitar la humedad y secar las telas en tiempo récord y sin apenas perjudicar su calidad. «Las toallas de los hoteles, al igual que los albornoces, siempre han tenido una fama única. Eso es gracias a las secadoras y a los trucos de lavado que se tiene en cada establecimiento. El conseguir un olor característico a limpio y fresco es vital para conseguir una experiencia única y positiva para sus clientes» explican desde el sector, que saben que la higiene, limpieza y bienestar en un hotel es clave para que la reputación del establecimiento siga siendo óptima o incluso mejore.

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    Una vez lavada y secada es necesario conseguir ese acabado que llama la atención siempre: el planchado. Las planchas industriales para ropa de hotel han sido el gran descubrimiento para agilizar un proceso que se llevaba horas cuando se tenía que hacer, hace décadas, a mano. Gracias hoy en día a máquinas como la calandra se consigue optimizar al máximo el tiempo para alisar las ropas planas y conseguir unos resultados como los que se demandan en este tipo de establecimientos.

    Con un buen personal trabajando, la lavandería a pleno rendimiento y un restaurante capaz de ofrecer buena calidad, solo queda una decoración original para conseguir que el turista se sienta como en casa.