Zaragoza: descubrir la capital desde el mejor alojamiento

La capital aragonesa se ha posicionado como uno de esos destinos que siempre se tienen en mente. Gracias a su cercanía desde Madrid, Cataluña, Valencia o tanto Castilla León como Castilla la Mancha, se ha convertido en un referente a nivel turístico. El AVE, las carreteras y las conexiones con las principales ciudades españolas la han hecho valedora de un turismo que no para de crecer y, con ello, de llevar empresas y riqueza a su terreno.

Pero, ¿qué hay que ver en Zaragoza para tener la sensación de conocerla?

Lo primero que suele necesitarse al planificar una escapada es buscar un hotel en Zaragoza. Aunque es una decisión obvia, lo cierto es que la experiencia en cualquier destino cambia dependiendo de esta selección. Su calidad, su cercanía con los puntos de interés turístico, sus instalaciones y su precio pueden marcar una diferencia abismal hasta el punto de presentar la ciudad de una forma u otra.

Dependiendo del presupuesto, lo ideal sería buscar un buen establecimiento hotelero ¿Por qué? Por las garantías de servicio que ofrece, porque es probable que gracias a esta elección el turista entre de pleno en el casco antiguo, lo que facilitará sobremanera las rutas de visitas y, porque de entre todos, no se puede dejar al azar la posibilidad de descubrir el Hotel Silken Reino de Aragón, uno de los que mejor reputación tiene en esta zona.

Visto dónde dormir, es el momento de comenzar las visitas. ¿qué se necesita ver en Zaragoza?

Pasear por sus calles es hacerlo por la historia misma de la Peninsula, por la unión de culturas y por la convivencia. Desde la magnífica e impresionante Basílica del Pilar, referente para los creyentes y uno de los edificios más emblemáticos, junto con el Ayuntamiento, de la Plaza que deja a sus espaldas al Ebro, pasando por la Seo de la ciudad, es imposible decir que se ha estado en Zaragoza sin visitar el Palacio de la Aljafería.

La ciudad mañana lleva mucho tiempo siendo un referente de Convenciones y reuniones. Buena muestra de ello está en los edificios y jardines que quedaron tras celebrar la Expo del 2008 que se centró en el agua.

En cuanto a museos, desde el de Goya, pasando por el del escultor Pablo Gargallo o incluso el Museo de Zaragoza para disfrutar descubriendo sus propios orígenes, dejarán buen sabor de boca a quien busca la vertiente más cultural.

A quienes gustan de arquitectura, más allá de la Aljafería que es una delicia para los sentidos, la Lonja de Mercaderes habla del renacimiento de la ciudad, junto con el Palacio de Sástago o el de Luna.

Y solo es empezar, porque Zaragoza hay que sentirla, al igual que al río que la baña. Y nada como hacerlo además desde la comodidad de un hotel en Zaragoza de 4 estrellas que, además de servicios, permita disfrutar al máximo de la ciudad desde su corazón mismo.