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    León, una tierra para enamorarse de ella en otoño

    Por el 17 octubre, 2018

    León es de esas capitales que, cuando se conoce, queda siempre en el recuerdo. Su Catedral, iluminada por unas vidrieras que la hacen única, la huella de Dalí, su arquitectura, su gente y su gastronomía bastan para que cualquier turista que se decida a pisar sus adoquinadas calles quede prendado de lo que representa.

    Pero no solo merece la pena conocer la capital. La provincia de León esconde algunos de los pueblos más bonitos de toda Castilla León.

    Adentrarse en las carreteras que llevan hasta ellos es pensar también en volver a disfrutar del entorno rural. Incluso cuando se da el paso de buscar casas rurales en León el viajero encuentra la magia de una comarca que, acostumbrada a recibir por sus caminos a los peregrinos que buscan llegar a Santiago, sabe cobijar a quien quiere de verdad dejarse llevar por todos los sentidos.

    4 Pueblos que hay que visitar, aunque sea una vez en la vida

    Astorga: Si hay una localidad que ha sido testigo de muchos hitos históricos. Nacida bajo el seno romano y convertida en uno de los enclaves que comunicaban el norte y centro peninsular, dejarse llevar por la belleza de su Catedral es solo uno de los maravillosos planes que pueden disfrutarse. Junto con el Palacio Episcopal, proyecto comenzado pero no concluido por Gaudí, el Ayuntamiento o incluso el Santuario de Fátima, Astorga es una parada obligatoria para los amantes no solo de la historia y arquitectura sino del buen comer.

    Ponferrada: otra localidad monumental que no puede dejar de visitarse es esta situada en el Bierzo. Con su Castillo Templario mostrando el poderío del siglo XII en la zona, la Basílica de la Encina o un entorno único en la indescriptible sensación de pisar las minas de oro en Las Médulas, es el lugar perfecto para de verdad decantarse por relajarse en alguno de los alojamientos rurales que se encuentran en los alrededores.

    Balboa: amantes de la naturaleza y de los pueblos más pintorescos encuentran en esta otra localidad del Bierzo un verdadero tesoro. Sus tradicionales pallozas, seña de identidad de este entorno alrededor del río Balboa,  abren las puertas a un tipo de construcción que se dio en la zona norte de la Península cuya planta circular recuerda en parte a poblados celtas casi de cómic.

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    Oseja de Sajambre: en plena naturaleza, presidida por los Picos de Europa, pasear entre sus hórreos para luego visitar algunos de los enclaves naturales más llamativos de la comarca: el nacimiento del río Sella. La Fuente del Infierno que ha ido año a año formando el Desfiladero de los Beyos es una visita obligatoria.

    Dejarse llevar por la comarca leonesa, llegando a cualquiera de los pueblos que la forman, sentándose a la mesa de los principales restaurantes y alojándose en algunos de los mejores parajes rurales son el plan perfecto para cualquier escapada otoñal, que además decora de colores únicos sus entornos naturales.