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    El más hermoso paisaje kárstico escondido bajo tierra

    Por el 17 octubre, 2018

    Son varios los motivos por los que muchas de las personas en la actualidad dirigen sus pasos hacia una vida más saludable que fundamentalmente se caracteriza por un mayor contacto con la naturaleza y con lo natural y por el respeto a un planeta cada vez más dañado y contaminado. “La personas que vienen por la zona lo hacen buscando pasar un día en contacto con la naturaleza, sin embargo, es tanto lo que esta zona puede ofrecer a sus visitantes que la mayoría de ellos regresan en varias ocasiones” indican desde Hostal Avenida.

    Y es que, tanto la Sierra de Gredos como el Valle del Tiétar, entorno en el que se sitúa Arenas de San Pedro, permiten a sus visitantes el pleno contacto con la naturaleza y la realización de una gran cantidad de actividades aptas para todas las edades y públicos. Las rutas de senderismo, en bicicleta o a caballo, el poder disfrutar de piscinas naturales o visitar las cuevas cercanas constituyen los principales atractivos de la zona. Las actividades son aptas para todos los públicos y edades y son adaptables al grado de experiencia, por lo que existen también actividades para los más experimentados como la ascensión al Pico Almansor (2.592m) y La Mira (2.348m).

    Las cuevas más conocidas de la zona son las Cuevas de Águila, sin duda una visita obligada en la que el visitante descubrirá el más hermoso paisaje kárstico escondido bajo tierra. La singularidad de estas cuevas, que se formaron hace más de 500 millones de años, es la amplia variedad de colores y texturas resultado de una evolución lenta pero incesante en constante proceso de transformación.

    Desde Hostal Avenida comentan además que “las Cuevas de Águila fueron descubiertas por casualidad en 1963 y constituyen una de las principales atracciones naturales que nos ofrece la zona ya que cuentan con una enorme variedad de espeleotemas (estalagmitas, estalactitas, excéntricas, acículas, moonmilk, etc.) que son fruto de las variaciones del microclima de la cueva”.