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    El hotel más antiguo del mundo….¡en Kyoto!

    Por el 21 septiembre, 2016

    Muchas veces, cuando buscamos alojamiento para viajar, tratamos de encontrar esos rincones que nos evoquen tradición, que sean históricos o incluso que sean regentados por los propietarios, algo que hace que se cuide hasta el último detalle porque dependen de ello.

    Hoy queremos hablaros de un establecimiento que abrió sus puertas hace la friolera de 1300 años. Se encuentra situado en la japonesa Kyoto, y ha sido recientemente reconocido como el hotel más antiguo del planeta en funcionamiento. Obviamente, durante todo este milenio y casi medio ha ido mejorando sus instalaciones, teniendo en la actualidad además en los baños una bomba de agua caliente de más de 1000 litros por minuto. Eso sí, calentada de forma tradicional.

    Ostenta una calificación de cuatro estrellas pero si hay algo que se puede decir de él es que ha sabido mantener el espíritu con el que abrió sus puertas el propietario de este establecimiento, cuyo legado han seguido regentando hasta 52 generaciones, sacando el mejor provecho de las aguas termales que emanan en sus alrededores y que también hacen de su entorno algo único.

    Sus habitaciones también permiten adentrarnos en la tradición japonesa, con suelos de estera y tatami, sigue la tradición natural de un país en el que la naturaleza siempre ha servido de reclamo para el turismo pero, por encima de todo, de forma de vida para ellos mismos. La riqueza del agua termal que surge en sus alrededores y que recorre barrancos durante su recorrido hace que la experiencia de estar aquí sea algo que permite a los huéspedes encontrarse con uno mismo.

    Sin lugar a dudas, dormir en un hotel que abriera sus puertas en el año 705, a manos de uno de los asistentes del 38º emperador, no es algo corriente. Sólo algunos privilegiados consiguen poder descansar en su atmósfera, creada para rememorar incluso sus orígenes, centrándose en las mejores tradiciones y en una vocación de servicio al cliente única que ha permitido que, en todo este tiempo, el establecimiento no haya necesitado cambiar de manos.