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    El Hotel ILUNION Islantilla fomenta unas vacaciones inclusivas y diversas

    Por el 22 agosto, 2023

    – El hotel onubense es uno de los 30 establecimientos que la cadena Ilunion Hotels tiene repartidos por toda España

    – Mamen y Fernando, ambos con discapacidad, forman parte de su plantilla

    MADRID, 20 (SERVIMEDIA)

    La plantilla media de la cadena hotelera ILUNION ha sido de 1.700 empleados durante el pasado año. De ellos el 40% son personas con discapacidad y el 10% pertenece a colectivos en riesgo de exclusión. Uno de ellos es Fernando Pastor, que se encarga de las tareas de mantenimiento del Hotel ILUNION Islantilla y forma parte de ambos colectivos. Es de etnia gitana y tiene una severa discapacidad visual. Este empleo llegó como un salvavidas «justo en el peor momento, sin trabajo y con una hija a cargo de 19 años», confiesa.

    «Estaba parado y desamparado. Me veía literalmente en la calle», relata este sevillano de 53 años en una entrevista a Servimedia. Ahora reconoce sentirse «contento y agradecido» especialmente tras un duro peregrinaje por diferentes empleos. Ha sido cocinero en Ibiza, ha trabajado en la construcción, como pintor y también en el campo. «De hecho, fue recogiendo algodón de niño junto a mis trece hermanos cuando tuve un percance a los cinco años. Se me clavó una astilla en el ojo y perdí la visión completa del mismo», recuerda.

    Separado desde hace 16 años, cuida de su hija Bella Gema desde que la pequeña tenía apenas tres. Desde entonces no ha cejado en su empeño de sacar adelante a su familia sin ningún apoyo, puesto que viven en Lepe (Huelva) y su núcleo familiar reside en Sevilla. «Mi psicóloga me dice que estoy haciendo algo muy importante, que estoy educando cuando nadie me ha sabido educar a mí».

    Cada mañana, Fernando limpia la piscina para que esté en perfectas condiciones para los clientes del hotel. Se encarga de cambiar ese enchufe o aquella bombilla fundida. Está siempre pendiente de reparar cualquier detalle. El sevillano se ha convertido en un experto ‘reparador’. Reconoce que este empleo «supone una segunda oportunidad» y la posibilidad de comenzar de nuevo. Una vida diferente con todos incluidos. Esta vez, además con Fernando.

    CASI UNA FAMILIA

    Mamen Conde Molina tiene 52 años, de los cuales 11 los lleva detrás del mostrador de la recepción del Hotel ILUNION Islantilla. Está acostumbrada a convivir con el dolor desde que a los seis años le diagnosticaron una artritis reumatoide juvenil. Con el paso de los años la enfermedad empeoró y finalmente tuvo que ser operada de ambas caderas. «Antes de que me implantasen las prótesis en las caderas tenía muchos dolores y la verdad es que siempre me he sentido muy arropada por mis compañeros, en todo momento pendientes de mí», confiesa a Servimedia.

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    Si hay algo que todos los empleados destacan de esta cadena de hoteles son los lazos que se traban entre ellos. Quizá este modelo de hotelería que apuesta por la integración como principal valor actúe como el pegamento de una plantilla que se siente ‘casi’ una familia. «Para mí es un orgullo trabajar con compañeros que tienen alguna discapacidad. Estoy encantada con mi trabajo en este hotel porque además es lo mío ya que estudié turismo», asevera Mamen.

    ‘CON TODOS INCLUIDOS’

    En este enclave hotelero con acceso directo al mar, hasta el más pequeño detalle está pensado para que cualquier persona pueda disfrutar de sus prestaciones. «El mostrador de recepción tiene una parte más baja adaptada para aquellos huéspedes que se desplazan en silla de ruedas. Además, disponemos de bucles magnéticos para las personas con discapacidad auditiva», relata Mamen.

    De hecho, el personal recibe formación en materia de discapacidad. «Hacemos cursos para, por ejemplo, aprender a acompañar a clientes ciegos y explicarles cómo llegar hasta su habitación. Así memorizan el recorrido para el resto de su estancia», relata.

    Es verano y todos quieren divertirse. Desde el área de animación tienen muy presente que a esta fiesta de la inclusión están todos invitados. «Diversidad, inclusión y discapacidad son las tres señas de identidad del vacacional ILUNION Islantilla, un hotel donde todos estamos incluidos», explica Aurora Sancho, coordinadora del programa de ocio.

    Esta profesional cuenta cómo desde hace años cada sábado se organiza una gymkana. «Hacemos una serie de pruebas donde el cliente vive en primera persona lo que se siente al tener una discapacidad ya sea visual, motora o intelectual». Existe mucha complicidad entre el equipo de animación y los huéspedes, especialmente algunos como José y su familia que son clientes asiduos.

    Este joven tiene problemas de movilidad, lo que no le impide bailar. Así que los animadores le ceden una de sus camisetas y por un día es ‘uno más’ del equipo de acuagym de ILUNION Islantilla. «Intentamos que a través de nuestras actividades todas las personas sean autónomas para participar en los eventos. De hecho, nuestro programa de animación es accesible al 85%», afirma Aurora. «Hemos tenido animadores con una discapacidad visual muy severa, con un 11% de resto visual o un monitor de pádel en silla de ruedas».

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    Este modelo de hoteles derriba no sólo las barreras físicas, sino también las mentales (a veces más inexpugnables) a través de un trato igualitario, de la integración desde dentro, a los trabajadores y hacia fuera, a los clientes. «Normalizas de tal modo la discapacidad que no la ves», subraya Mamen, acostumbrada a atender a cientos de clientes cada verano.