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    Destinos perfectos para una boda invernal

    Por el 14 diciembre, 2018

    Cada año, miles de parejas deciden dar el paso y comprometerse en una ceremonia donde el lugar ha ido ganando terreno al resto.

    Ya no basta solo ir a un juzgado o a una iglesia, sino que el entorno se elige con detalle, buscando algo que hable de los contrayentes, pero también que sirva de un marco casi de cuento.

    En invierno, pese a que los exteriores no suelen ser la mejor opción por las bajas temperaturas, existen enclaves que siguen haciendo que los recuerdos acaben siendo imborrables tanto para los novios como para todos sus invitados.

    Celebrar una boda de invierno en la montaña

    Sin duda, las sierras que existen en nuestro país son un lugar maravilloso para leer unos votos de amor. Fincas, restaurantes, castillos reconvertidos y los propios bosques pueden ser perfectos para convertir una boda de invierno en un cuento.

    Aunque muchos piensan que es complicado salir del entorno para casarse por los propios invitados, lo cierto es que existe la posibilidad de alquiler de autobuses para bodas en Madrid y así facilitar a familiares y amigos llegar, sin tener que preocuparse, a la hora y lugar correcto y también, por qué no decirlo, disfrutar de los convites.

    La tendencia de 2019 probablemente siga la de años anteriores y convierta las estaciones de esquí, con su nieve y naturaleza, en los escenarios perfectos para un broche de lujo para un enlace.

    Las casas rurales habilitadas en estas zonas suelen estar más que preparadas no solo para dar cabida a la ceremonia, incluso al calor de la lumbre, sino también para dar alojamiento a los recién casados e invitados que, gracias a poder contar con el alquiler de autobuses, pueden también planificar una escapada de fin de semana aprovechando el desplazamiento.

    La sierra madrileña con pueblos históricos como El Escorial, los enclaves pirenáicos tanto aragoneses como catalanes (con pueblos que parecen salidos de un sueño y cuento), pueblos con encanto de Castilla y León, Galicia o Cantabria, zonas históricas como pueblos manchegos o incluso los bosques Navarros son solo algunas de las opciones que se podrían elegir.

    Una boda en invierno, pero con vistas al mar

    Otra tendencia que cada vez es más habitual es ver a los novios desplazar su día más especial a una playa o isla que haya sido escenario de su amor. Así, la reserva de billetes de avión, el alquiler de buses desde las capitales y la reserva de alojamiento entran también a formar parte de la propia planificación.

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    Normalmente este tipo de bodas suelen ser más familiares, con menos invitados por lo que conllevan. Sin embargo, también suelen ser mucho más detallistas precisamente por tener que tener todo planificado desde mucho antes.

    En España, viajar hasta Menorca, hasta alguna de las islas del archipiélago canario o incluso decidirse por cualquiera de los destinos costeros que decoran nuestra geografía permite que los distintos paisajes que decoran esta estación.

    La costa andaluza es, quizá de las más demandadas para este tipo de citas por su clima, pero no hay que olvidar la belleza de los pueblos pescadores de cualquier rincón con mar. Galicia, el litoral cantábrico o incluso la Costa Brava pueden ser postales únicas.