Descubrir 4 ciudades por su artesanía de cristal

Cuando se habla de destinos, en muchos casos se habla también de lo interesante que resulta mezclarse con sus gentes y conocer su artesanía, una riqueza cultural que te aportará mucho más que tan sólo las visitas a los grandes monumentos.

Nos queremos centrar en esa faceta, la faceta artesana. En concreto, en algunos de los mejores artesanos del mundo y que llevan a cabo algunas de las disciplinas más ancestrales, pero consiguiendo productos modernos que sirven de recuerdo a muchos de los turistas que llegan hasta sus talleres.

Cuatro destinos de cristal

Venecia: Un viaje a Venecia es siempre una gozada, pero además, poder disfrutar de entrar en alguno de los rincones donde aún hoy se trabaja el cristal de murano, es todavía mucho más especial. No dejes de ir al islote de Murano, donde se sigue trabajando este tipo de cristal desde que se comenzara a hacer en el siglo VII.

Malta: Si estás en esta isla mediterránea, no puedes dejar de acercarte a lo que fue la primera capital, Mdina, donde podrás disfrutar de un paseo único por sus calles, desde las que podrás ver algunos de los patios más espectaculares que son escondidos en el interior de numerosos edificios. No dejes de acercarte hasta alguna de sus muchas tiendas, donde podrás ver uno de los productos más tradicionales de esta maravillosa isla, el cristal. De hecho, si tienes suerte, incluso podrás ver a los artesanos soplando vidrio que dará forma a alguna de sus formas más famosas.

Praga: ¿has oído alguna vez hablar del cristal de bohemia? Pues es uno de los más especiales que podrás tener entre manos. Por sus diseños, su calidad y su tradición, es uno de los mejor valorados en todo el mundo. De hecho, en prácticamente todas las tiendas de calidad de la ciudad lo podrás encontrar, pero ojo, ten cuidado porque ni todo es bohemia, ni todo cristal. Si quieres de verdad una pieza artesanal de este tipo, asume desde ya que las gangas acabaron hace años.

Budapest: el cristal húngaro ha sido otro de los más famosos en el mundo. Sobre todo, fueron famosas sus piezas durante la época dorada del país, allá por el siglo XVIII y XIX, cuando los artesanos hacían piezas dignas de reyes que eran más que codiciadas fuera de sus fronteras. De hecho se dice que de éste es desde donde nació el concepto de Cristal de Swarovski, cuando Daniel Swarovski fue capaz de diseñar una máquina que cortaba el cristal de forma única y que, aún hoy, sigue siendo una de las marcas más reputadas en este sector.