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    Los expertos suman un océano más: el Austral

    Por el 8 julio, 2021

    A estas alturas del siglo XXI es noticia el añadir a la lista uno más a los ya conocidos. Se trata del Océano Austral, la masa de agua que rodea la Antártica y que durante décadas ha estado a debate para saber si poseía las diferencias necesarias para considerarse un océano en sí mismo.

    Y las conclusiones han sido claras: sí. Esta masa de agua gélida posee una serie de características distintivas que permiten hablar de él con independencia del resto. Y, ¿cuáles son algunas de ellas? El hecho de que es más azul, más frío, las montañas más destacables y solo por eso merece aparecer, según ha mostrado su intención National Geographic, en la nueva cartografía que se genere, sumándose al Ártico, Atlántico, Índico y Pacífico.

    No es nuevo, que ya estuvo reconocido

    En realidad, no es nuevo ya que sí era considerado como tal a principios del siglo XX, pero fue a mediados de la década de los 30 cuando perdió su designación y parece cayó en el olvido de la distinción.

    Pero hace hoy justo un mes que volvió a ser categorizado y nombrado y, así, el Océano Austral, volverá a los mapamundis en el cono sur, rodeando a la Antártica e incorrompible gracias a la Corriente Circumpolar Antártica que no es otra que la que más agua transporta, aunque más fría y menos salada que el resto.

    Además, es claramente una buena noticia para el ecosistema marino que atesora, donde pingüinos, ballenas, elefantes y lobos marinos o incluso aves de gran relevancia en la cadena alimenticia viven resguardados de otras corrientes y sobreviven gracias a la particularidad de este océano que vuelve a renombrarse para quedarse.

    La relevancia de los ya cinco océanos para el medioambiente

    Como receptores de gran parte del dióxido de carbono, la importancia en la preservación del buen funcionamiento de los cinco océanos es vital para paliar las consecuencias del calentamiento global calentamiento global y de los cambios medioambientales que estamos sufriendo en las últimas décadas.

    Solo protegiendo su biodiversidad, permitiendo que se regeneren los fondos marinos y apostando por un claro trabajo que evite los vertidos y microplásticos en sus masas de agua es como este planeta en el que todos habitamos tendrá una oportunidad de volver a resurgir como nunca.

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