Isla Catalina, la belleza racial de República Dominicana
Uno de los destinos que aún con el paso de las décadas sigue siendo demandado es República Dominicana. Sus playas, su clima, su cultura, su vida y por qué no, su belleza bastan para que sean millones los turistas de todo el mundo que apuesten por llegar hasta este rincón del Caribe.
Pese a que hasta hace poco todo el que viajaba hasta esta isla para visitar Santo Domingo o incluso Punta Cana, cada vez son más los que apuestan por buscar las mejores playas a destinos isleños próximos como Santa Catalina, comunicada a diario por varios barcos desde La Romana.
Isla Catalina, isla tropical
Hablar de este rincón caribeño es hacerlo del paraíso. Playas de arena blancas, aguas calmas y transparentes, y tan solo a 1.5 millas de la isla principal de República Dominicana.
Si hay algo que se puede decir de este rincón maravilloso es precisamente que su atractivo radica en la riqueza medioambiental. No sólo por las especies que viven en sus aguas, sino también por los pájaros que serás capaz de ver. No en vano, es destino y parada de muchos cruceros que se adentran en estas aguas templadas.
Denominada Santa Catalina por Cristóbal Colón en 1494, saltó hace poco a los titulares precisamente por haberse encontrado en su fondo marino una nao del siglo XVII, algo que ha puesto los ojos de la comunidad internacional en esta pequeña isla de 9 kilómetros cuadrados por todo lo que podría contar de esta época en la que navegación entre el Viejo Continente y el Nuevo Mundo seguía siendo una carrera de nacionalidades.
Y como todo, la ventaja de viajar a un destino como República Dominicana tiene mucho que ver con los servicios que se prestan en ella. Fueron muchas las cadenas hoteleras que recalaron en su costa en busca de un destino paradisiaco para su público, sobre todo europeo, y hoy en día sigue siendo igualmente un destino en el que son muchas las empresas extranjeras que siguen aportando sus conocimientos y construcciones.
Tal es el caso de uno de los últimos hospitales inaugurados en la Isla. Se trata del centro construido por una empresa española y que lleva por nombre «Nuestra Señora de Altagracia».
Sin duda, hablar hoy en día de este destino es hacerlo de uno de los más concurridos en los circuitos veraniegos.