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    6 ciudades del mundo poco turísticas que bien merecen una visita

    Por el 20 noviembre, 2019

    Hay grandes ciudades o ciudades que parecen sacadas de un cuento y que siempre reciben miles y miles de turistas, y que, de una forma u otra, hacen sombra a ciudades más pequeñas o con menos lugares emblemáticos pero que, aun así, tienen mucho que ofrecer. Porque una escapada siempre merece la pena: aunque sea por descubrir lugares nuevos y salir de casa. Por eso, aquí va una lista con ciudades de diferentes partes del mundo a las que deberías escaparte.

    Malinas: todo el mundo sabe qué visitar en Bruselas, la capital de Bélgica. También cuáles son las excursiones que merecen la pena desde esta gran urbe conocida por sus gofres: la ciudad de Brujas, que es como volver a la edad media y Gante, una ciudad universitaria, pero con el mismo encanto que Brujas, aunque un poco más grande. Pero Bélgica tiene algunos diamantes escondidos a los que apenas llegan turistas: y ese es el caso de Malinas. La Plaza Grande de Malinas, su ayuntamiento, la Torre de San Romuldo, el Beguinaje Mayor de Malinas y el Museo Palacio Van Busleyden hacen que añadir Malinas a la lista de escapadas desde Bruselas sea una buena idea.

    Atlantic City: Estados Unidos es tan grande que algunas ciudades pasan totalmente desapercibidas para los turistas, sobre todo para los extranjeros. La costa oeste, Nueva York, Washington y Florida, sin embargo, reciben visitas de todas las partes del mundo mientras que Atlantic City solo recibe, por lo general, visitas locales. Pero su paseo marítimo es especial y en Atlantic Avenue y Pacific Avenue, sus dos avenidas principales, se puede respirar toda la esencia de esta ciudad que bien merece una visita. Y es que Atlantic City es conocida como Las Vegas de la costa este, porque aunque los casinos no tengan su origen aquí, la ciudad está llena de casinos con temática variada. Otras de las razones para acercarse a conocerla: sobre todo para los que quieren jugar, pero quieren un lugar más tranquilo que Las Vegas.

    Minsk: puede que visitar el Este de Europa no sea el mejor plan en invierno, pues las temperaturas bajan considerablemente. Pero el Este de Europa sí es un destino perfecto para los meses de verano, ya que las temperaturas son más refrescantes que en el Sur de Europa. Y ese es el caso de Minsk, la capital de Bielorrusia, país que fue parte de la Unión Soviética. Hoy en día Minsk está mucho más desarrollada y se ha convertido en una gran urbe, aunque en su arquitectura se puede adivinar su influencia soviética. Es la ciudad perfecta para escaparse durante un fin de semana, para perderse en la frondosidad de sus parques y sorprenderse con la hospitalidad de su gente.

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    Belgrado: la capital de Serbia ha cambiado mucho desde que desapareció la antigua Yugoslavia. Ahora alberga numerosos museos y tiene un centro histórico muy interesante. Además, su festival de cine es conocido en todo el mundo y su vida nocturna es vibrante: un lugar idóneo para los que buscan unas vacaciones más animadas.

    Brunei: un país pequeño rodeado por Malasia, en la isla de Borneo. Es uno de los más ricos del mundo gracias al petróleo, pero sus ciudades y pueblos están rodeados de selva tropical, un paisaje virgen que lo convierte en el destino perfecto para los más aventureros. Recorrer sus bosques vírgenes es el plan perfecto para los que quieren más adrenalina: sin duda, este país no puede faltar en un recorrido por el Sudeste Asiático.

    Bután: el Nido del Tigre, Rinpung Dzong, Punakha Dzong, Timpu, la Estatua de Dordenma, Dochula Pass y Motithang Takin Preserve. En este reino budista en el borde oriental del Himalaya hay mucho que ver. Sin embargo, el Gobierno de Bután quiere que el turismo que llegue sea “de alto valor y bajo impacto”. Por eso, para visitar el país es necesario contratar el alojamiento, transporte, comidas y un guía local autorizado con antelación. Además, hay que pagar el “impuesto al desarrollo”, que son 65 dólares al día. Un destino no apto para bolsillos ajustados.