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    Un nuevo olor a lavanda en Brihuega

    Por el 16 agosto, 2016

    Cinco años hace ya que se puso en marcha el Festival de Lavanda en Brihuega (Guadalajara) en el mes de julio. Sin embargo, este es quizás el año en el que más visitantes están recibiendo los campos, a estas alturas ya casi sin color, pero que han sentado las bases para una nueva forma de turismo en la comarca alcarreña.

    A escasos tres kilómetros de Brihuega, por la CM-2005, a ambos lados de una carretera que parece no llevar a ningún lado, se sitúan los campos de lavanda, tiñendo de morado el paisaje, como si de la Provenza se tratara, eso sí, a lo español. Sólo falta que haya un poco de miras, que se diseñe un mirador, o un lugar para aparcar y poder disfrutar del paisaje, porque lo merece.

    El festival, que se repetirá el próximo julio, festeja el comienzo de la recolección, a la antigua usanza y manual, de las flores aromáticas, permitiendo al visitante gozar no sólo con la vista sino también con el olfato.

    Sin duda, es el complemento perfecto para cerrar una visita a la monumental Brihuega, en la que no falta detalle para los amantes de la historia.

    Cinco cosas que disfrutar y visitar en Brihuega

    • Al ser Villa Amurallada, no puedes dejar de echar un vistazo precisamente a los restos de la muralla y las puertas que dan acceso a la villa. No dejes de visitar los arcos, también recuerdo de una época en la que la defensa era imprescidible. Cozagón y de la Guía son los más famosos. Así que toma nota.
    • Castillo de Piedra Bermeja: a una pequeña fortaleza árabe se le añadieron en el siglo XII diferentes estancias, dando lugar a la imagen que hoy podemos disfrutar del castillo. Con la Iglesia de Santa María de la Peña, este conjunto monumental deja a los visitantes con ganas de conocer la leyenda de una muchacha llamada Elisa…
    • La Iglesia de San Felipe, en un estilo románico en plena transición al gótico, es uno de los edificios eclesiásticos más bellos de esta zona. Más allá de las tres naves en las que se divide, el rosetón es uno de los grandes tesoros de este templo.
    • Real Cárcel de Carlos III: Construida en el siglo XVIII para dar servicio tras la saturación de la que en su día construyera Felipe II, fue uno de los edificios más importantes de la villa. Hoy en día alberga la Oficina de Turismo.
    • Cuevas árabes: pocos las conocen pero llevan bajo tierra desde el siglo X. Sus pasadizos recorren el subsuelo de Brihuega y servían, en caso de ataque, de salida fuera de las murallas. Sin duda, una de las visitas más curiosas.