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    Denia, una de las localidades de moda en el Mediterráneo

    Por el 17 febrero, 2022

    La localidad valenciana de Denia lleva unos años siendo un reclamo para todo el que quiere bañarse a orillas del Mediterráneo.

    Su eminente personalidad portuaria, su castillo vigilante – aunque ahora como Museo Arqueológico – o todo su patrimonio ya sirven de reclamo para que cada año sean más los turistas que apuestan por pernoctar allí.

    Pero, sobre todo, son sus barrios los que llaman la atención del paseante, que viaja hasta sus calles para disfrutar de una forma de entender la vida, de disfrutarla y saborearla como en pocos sitios.

    Para los amantes de los animales, el turismo para ver cetáceos o incluso el ornitológico ya es suficiente para convencerles de pasar unos días en la localidad alicantina que ha ido ganando cada vez más fama gracias a todos los servicios que envuelven sus atractivos naturales.

    Denia, además, tiene algunas de las playas más bucólicas y casi caribeñas de la zona, con un azul transparente que atrae las miradas y se convierte en un catálogo de viajes en vivo que parece irreal por la belleza de su horizonte.

    Además, quien viaja hasta este municipio tiene la fortuna de poder elegir el tipo de alojamiento que mejor se adapta a su ritmo de vida. Hoteles, moteles, hostales e incluso apartahoteles están dentro de su oferta para pernoctar.

    «Durante años el hotel era el que conseguía reservar más plazas. Pero de unos años a esta parte, incluso antes de que llegara el Covid, cada vez son más los que optan por tener la independencia de un estudio para poder disfrutar, como en casa, de sus vacaciones. Este tipo de estancias tiene, además, una ubicación inmejorable para olvidarse del coche y disfrutar de Denia a pie desde la mañana a la noche» explican desde Estudios Ramón Llull, que han visto cómo se colgaba el cartel de lleno durante toda la temporada pasada.

    Por encima de todo esto, para los bohemios, está el barrio de Baix La Mar, donde aún hoy resuenan los ecos marineros de una población que durante siglos tuvo relevancia en el Mare Nostrum y de la Costa Blanca para la economía y para las familias que dependían de las mercancías y pesca para su crecimiento.