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    La mejor temporada para ver pingüinos y ballenas en Puerto Madryn

    Por el 13 noviembre, 2018

    Puerto Madryn se ha transformado en los últimos años en uno de los lugares turísticos más multitudinarios de Argentina. Miles de forasteros viajan cada año a la localidad de Puerto Madryn para observar sus extraordinarias playas y sus extraordinarios paisajes ribereños, pero sobre todo, para detallar la vida silvestre más enfática de la Patagonia.

    Dado que la variedad de fauna marina a lo extenso de esta costa posee sus propios esquemas de migración, es preciso proyectar su viaje de acuerdo con el calendario de la fauna marina. La mejor temporada para observar los pingüinos y ballenas en Puerto Madryn es en los días de primavera. En la iniciación de la primavera en el hemisferio sur se sella el instante en que la playa de Argentina cobra vida con bellas ballenas, pingüinos y otras especies fascinantes que emigran hacia el continente a tiempo para los días más extensos y calientes del verano.

    Alrededor de una hora en coche desde Puerto Madryn lo transportará a la península de Punta Tombo, que en los primitivos días de primavera se transforma en el hogar de la más trascendentales colonia de pingüinos de Magallanes a lo extenso de las riberas de la Patagonia. Casi dos millones de pingüinos llegan a este mismo sitio cada año para criar y empollar sus huevos.

    Los primitivos pingüinos llegan a conclusiones de septiembre, viajando desde el sur de Brasil a este desagüe en particular en la Patagonia de la nación de Argentina y persisten aquí hasta mediados del mes de marzo, pero el mejor instante para obsevar a los pingüinos es habitualmente después de noviembre, cuando sus bebés nacen y en el mes de marzo mientras disponen a sus hijos para la emigración.

    Una inspección a la reserva en Punta Tombo es efectivamente una práctica única, ya que es uno de los excelentes lugares en el mundo donde logras ver de cerca estas extraordinarias criaturas en blanco y negro. Distinguirlos a todos conglomerados a lo largo de los bordes de la península de Punta Tombo es decisivamente un espectáculo sorprendente de la naturaleza y para muchos, es una práctica única en la vida.