El Oso y el Madroño

Parece ser que el oso – u osa que discusiones bizantinas siguen habiendo – en el escudo de Madrid fue homenaje a uno de estos animales que el rey Alfonso XI cazó en uno de los montes cercanos a la capital. No sabemos si el motivo por el que está apoyado en un madroño era por alcanzar y comer sus frutos o, en realidad, está tratando de dar caza a algún cazador que pensó que ahí estaría a salvo de sus garras. De ser la segunda opción, hoy en día habría buscado refugio en algunos de los múltiples hoteles que plagan la ciudad.

Madrid, como la tercera mayor área metropolitana de la Unión Europea, detrás de París y Londres, reúne un sinfín de motivos y excusas para visitarla en cualquier momento.

Vacaciones, fines de semana, puentes, días libres y trabajo. Es sede de Organismos Nacionales e Internacionales, tercer mayor mercado de valores de Europa, sede de Congresos, etcétera.

Tampoco hay que olvidar que es un influyente centro cultural y cuenta con museos de referencia internacional, que todos ustedes conocen y no vamos a entrar a detallar aquí.

El ocio en Madrid es variadísimo y con una oferta realmente ingente que difícilmente podrán disfrutar en una sola ocasión. Hay que seleccionar los planes y, en cada viaje, optar por uno porque hay que visitar y repetir visita. Y qué decir de la oferta hotelera… las posibilidades de alojamiento son tan amplias y variadas que, encontrar el adecuado, será una tarea ardua y siempre encontrarán a posteriori algo “más adecuado” o mejor a sus propósitos de viaje.

Déjense asesorar por el profesional, hagan uso de los servicios de un especialista en el alojamiento y olvídense de todo lo que no sea disfrutar de su estancia.

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