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    El Derry de Sunday Bloody Sunday de U2

    Por el 12 noviembre, 2013
    Berlin - Upitravel

    Si hay una canción de U2 que prácticamente todo el mundo conoce, esa es Sunday Bloody Sunday.

    Dentro de su álbum War, publicado en 1983, aparecía esta canción provocando un gran revuelo.

    La canción habla del famoso Domingo sangriento de Irlanda del Norte, cuando soldados británicos dispararon contra 13 católicos el 30 de enero de 1972.

    Realmente este hecho es una de las fechas señaladas de la historia reciente irlandesa.

    Durante una manifestación pro derechos civiles, en la que los  más de 15.000 manifestantes también protestaban por la política que encarcelaba a los sospechosos de pertenecer al IRA sin ni siquiera juicio de por medio.

    Un pequeño grupo se desmarcó del pacifismo de la manifestación de Derry y lanzó piedras contra una de las barricadas, teniendo como respuesta el ataque del ejército británico que se saldó con 13 fallecidos y casi una treintena de heridos. A esto se le llamó Domingo Sangriento.

    U2 siempre ha dicho que, lejos de hablar de política, resistencia o revolución, su canción siempre ha sido un canto a la no violencia.

    Actualmente, en la ciudad irlandesa de Derry, se erige un monumento en recuerdo de las víctimas.

    Pero ni Derry ni Irlanda del Norte son sólo eso.

    Derry es una ciudad situada en los márgenes del río Foyle. Sus tres puentes comunican una parte de la ciudad con la otra.

    Entre sus barrios, nos encontramos tanto protestantes (Irish Street, Nelson Drive, entre otros) y barrios católicos (Creggan, Bogside o Shantallow entre otros).

    Se encuentran cada uno en una orilla del río diferente, lo que ha hecho que la rivalidad entre ellos haya sido siempre la tónica habitual tanto por temas políticos como religiosos.

    En el Guildhall, desde 1998, hubo una comisión que investigó los sucesos del Bloody Sunday, pero también destaca su órgano, con más de 3000 tubos y que es parada obligada para todo amante de la música.

    Al margen ya de política, religión y conflictos, Derry es una ciudad para disfrutarla turísticamente.

    Sus murallas, de 8 metros de altura, cuentan con 4 puertas originales que datan del siglo XVII, aunque posteriormente fueron añadidas otras 3 durante los siglos posteriores. Ningún intento de invasión tuvo fruto alguno, por lo que también se las denomina las Murallas Doncellas.

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    Si quisieras transitar las murallas, en un paseo que podría llevarte hasta media hora, tendrías que acercarte a Butcher’s Gate, que también da acceso al barrio católico de Bogside.

    Su ayuntamiento, en pleno centro de la ciudad, fue construido en 1887, con tintes arquitectónicos propios de la época Tudor, fue arrasado varias veces (en 1908 y, posteriormente, en 1978), pero para los amantes de las vidrieras, en su interior alberga algunas de las más importantes de todo Irlanda.

    Echando la vista atrás al legado celta de todo este territorio, destaca la cruz celta al voluntario Sean Keennan.

    En definitiva, pese a que a la ciudad se la situó en el mapa gracias a un trágico suceso, merece una visita para poder ofrecer a los turistas ese encanto típico de las tierras de Irlanda del Norte.